lunes, 3 de agosto de 2009

Tenemos que presentarle batalla a este sistema perverso.

El tema de la globalización, tan en boga en nuestros días, es en realidad un proceso del cual debemos diferenciar lo nuevo y lo viejo del mismo. Lo viejo de la globalización es la concreción a escala de la concentración del capital, con el predominio del capital financiero sobre cualquier otro tipo de capital. Como fenómeno económico no es algo nuevo, ya estaba dentro de las predicciones de Marx,pero ésto no se dice.
Lo nuevo de la globalización es su impacto en las comunicaciones, sus implicancias en la cercanía y la instantaneidad de la información, lo cual crea seres inertes que se conforman y piensan que son partícipes de su propia historia por el acceso a la información.
La globalización requiere de un proyecto cultural que legitime la homogeneización a través de la uniformidad de las pautas de consumo. Hay una exaltación de las individualidades:yo soy importante,no los otros.Se pretende , de este modo, y se logra una disminución del sujeto ciudadano, partícipe de su propio destino y creador de su realidad:un sujeto mínimo, un mero espectador de procesos que ocurren en su contexto.
La globalización y su discurso quieren reemplazar al sujeto por ciertas lógicas que se auto-regulan y que hacen cada vez menos necesaria la presencia del sujeto. Una población disciplinada, productiva, que no presione, que no demande, que se conforme en un mundo de consumismo que lo empobrece culturalmente. La falta de identidad de la gente, su creciente anomia son síntomas claros de lo que la globalización pretende y en gran parte logra.
"Qué podemos hacer, si nada de lo que podría tener sentido hacer, lo voy a ver yo en el corto tiempo..." sería uno de los argumentos de la conformidad. La historia es cotideaneidad, está hecha desde todos los días, pero no es algo que yo pueda calcular solamente en cuanto al sentido posible que tenga en los límites de lo que sería mi propia vida personal. La lucha de tantos hombres y mujeres en el anonimato muchas veces fueron el punto de partida de una serie de procesos de cambios históricos muy importantes.(y ellos nunca lo supieron).
A las Ciencias Sociales, y a la educación en general, les toca un papel fundamental en tratar de revertir estos logros de la globalización.Hacerse preguntas como: ¿este es el único futuro posible? o, ¿hay otros futuros?, ¿hay una sola versión del progreso? o ¿hay otras versiones del progreso diferentes a la que se nos presenta?
Invitarnos a todos a levantarnos como sujetos, a inventar nuestro destino, construir nuestra realidad. Enriquecer nuestro saber sobre la realidad socio-histórica para poder ver más futuro, no hay un solo futuro. Ser herederos de las grandes tradiciones de lucha de la sociedad,asumiendo la historia como un desafío constante, diario y permanente.

Mariela Romero

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