miércoles, 23 de septiembre de 2009

La promoción de la ciudadanía: el rol del estado y de los habitantes

Las encuestas señalan las dificultades y la carencia de estímulos que la realidad nacional y local le impone al desarrollo de una ciudadanía responsable, hay un déficit notable en la tarea del estado nacional en estimular la participación ciudadana, un ejemplo de ello es el estado de parálisis de los proyectos de reforma política consensuados en el 2003. Por el contrario en el plano local se advierte una situación mejor.


La “calidad de la democracia” señalan (Amaral y Stokes) se mide por “su capacidad de provocar la participación de la ciudadanía, de estimular debates y deliberaciones sobre las opciones que enfrenta un país o una comunidad de proteger derechos de los individuos y grupos marginales frente a los grupos de poder, de promover la justicia social.”, 4


Falta de ciudadanía política y social como problema cultural

Pero hay además un segundo problema que consiste en el “déficit o insuficiencia de participación ciudadana” por fuga o evasión de los propios ciudadanos en las decisiones que le conciernen. Este déficit de participación es consecuencia de una sociedad en crisis caracterizada por un creciente individualismo y fragmentación de la institucionalidad política, social y familiar y posee una configuración cultural reflejándose en ciertas situaciones y estructuras básicas, en cierto tipo de organización, “que interactuando sinérgicamente opera sobre las personas y los grupos más proclives o más susceptibles a sus influencias”.5 Las características mas notables de este problema que afectan el desarrollo de una cultura ciudadana según este autor son:

* El proceso acumulativo de anomia aguda, con su presión hacia la desviación y las consiguientes respuestas adaptativas de la población, que fueron empeorando la situación hasta hoy.
* La atonía social consiguiente, que impide a nuestra sociedad adoptar decisiones consensuadas y eficaces para resolver la situación de anomia aguda.
* La organización social estamental, que agavilla a las personas en grupos de privilegio parasitarios a expensas de los demás y que traba cualquier cambio social importante.
* El tipo de economía y de cultura rentísticas, que impiden el funcionamiento de los criterios de economicidad, eficiencia, creatividad, capacidad y productividad.



Esta realidad social atenta contra el posible desarrollo de conductas correctivas que tiendan a generar un sistema virtuoso que fomente un cambio actitudinal en la ciudadanía. Pensemos simplemente por contraposición la distancia de la situación expuesta al modelo de ciudadano virtuoso que plantea el republicanismo cívico según el cual la democracia no necesita cualquier tipo de ciudadanos, sino uno responsable, capaz de desarrollar 4 tipos de virtudes:


* Virtudes generales: respeto por la ley y lealtad a la comunidad. En oposición a la anomia aguda.
* Virtudes sociales: Responsabilidad, autonomía y apertura mental. En oposición a la atonía social.
* Virtudes económicas: Etica del trabajo, innovación y tolerancia al cambio. Cultura rentística.
* Virtudes políticas: Capacidad de reconocer y respetar los derechos de los demás, capacidad de ejercer control sobre las autoridades públicas y disposición a participar de modo constructivo en el debate público. Atonía a nivel individual y Organización estamental corporativa “Poliarquía competitiva” de suma 0 (Santiago) a nivel colectivo.



Esta contradicción entre el espejo de las virtudes ciudadanas expuestas y la realidad se acrecienta aún más si en lugar de apreciarla desde una mirada comunitaria nos referimos con Enrique Miguens a ciertas evasiones individualistas que nos alejan tanto del compromiso individual y comunitario con la sociedad.


1.-Evasión Física: Se le saca el cuerpo a la ciudadanía y recursos a “la economia. Decenas de miles de argentinos han abandonado el país y otros esperando hacerlo. (se estiman en + de 1.000.000) A veces esta evasión física es aún mas “física” con la fuga de recursos económicos privando al país de cuantiosos fondos de inversión. “Y donde esta tu tesoro esta tu corazón.”


2.-Evasión anímica: Aquí no se saca el cuerpo sino el alma del ciudadano despegándose de lo que ocurre y desentendiendose de sus obligaciones bajo la idea de que “este país de porquería del cual no me siento parte y del cual no soy responsable”

No asume que el país no es “este país” sino nuestro país . Dentro de este tipo de evasión Miguens incluye a los que repiten la frase “A este país no lo arregla nadie”


3.-La evasión por frivolidad: Miguens señala acertadamente que “se suele dar en mayor proporción en los comunicadores sociales y en especial en los de la TV entre los que se dedican profesionalmente a crear imagen, a iconizar figuras del espectáculo batiendo el parche para llamar la atención del público con el objeto de vender más.” Consiguen envolver y empaquetar a centenares de miles de espectadores de endeble estructura psiquica en un clima de superficialidad, frivolidad, procacidad, y cholulismo inmersos en una cultura de masas y globalizada poco proclive a promover la ciudadanía individual o comunitaria.”


4.-Evasión racionalista: interrumpe el contacto humano con la realidad social y ubica los problemas del país en el reino de la abstracción por encima de las personas y su actuación lo que permite desentenderse de los problemas reales con buena conciencia. Miguens señala que “cuanto más frívola es una sociedad y mas escapistas son sus miembros más se resta al necesario esfuerzo nacional por salir del pozo en que estamos y a la necesaria colaboración de la mayor cantidad de ciudadanos en la tarea.”

No hay comentarios: