sábado, 1 de mayo de 2010
Por un 1 de mayo sin hambre y sin Precarizacion
**Hace 100 años, el gobierno conservador de Figueroa Alcorta
preparaba
los festejos del Centenario para mostrarle al mundo el éxito del
modelo agro-exportador y ocultar sus consecuencias sociales. Frente a
un acto multitudinario el 1º de Mayo, que impulsó una huelga
general
contra las largas jornadas de trabajo y los bajos salarios; ese
gobierno decreta el Estado de Sitio, disponiendo la detención de
dirigentes obreros en masa, limitando la actividad sindical y
prohibiendo las publicaciones gremiales.
Actualmente, en las vísperas de la “fiesta del Bicentenario” ,
volvemos a encontrarnos con un gobierno que atenta contra la
organización independiente de los trabajadores y trabajadoras. Que
aún con sus disputas con las patronales sojeras y los monopolios
mediáticos, sostiene un modelo de saqueo minero-exportador a costa
de
los bienes comunes de todo el pueblo. El mismo que en medio de la
crisis internacional aplicó tímidas respuestas de contención
social, irrisorias en comparación con los subsidios millonarios a
las
empresas trasnacionales. Hoy se sigue congraciando con acreedores
usureros pagando la deuda externa, mientras niega derechos sindicales
a los trabajadores de base que luchan contra las patronales y sus
burocracias aliadas, mientras margina a las organizaciones sociales y
las cooperativas de trabajo independientes que luchan por la
autonomía de los trabajadores y trabajadoras. Nuevamente el gobierno
y las cámaras empresariales coinciden en fijar el salario mínimo en
$1500, mientras la canasta básica sube al ritmo de la antojadiza
inflación que la lleva a $4000.
Pero los trabajadores de hoy en día tenemos memoria y levantamos las
mismas banderas que levantaron nuestros compañeros hace 100 años,
las mismas que supieron resistir en el golpe del 55, las que
construyeron el Villazo, el Cordobazo, las de la resistencia a la
última dictadura genocida y las que hace poco inundaron la plaza
exigiendo que se vayan todos.
Ayer y hoy, la lucha es por el reparto del trabajo y del tiempo
libre, por un ingreso social básico universal garantizado, como
bases
para empezar a construir otra forma de vida, más allá de la lógica
del capital y del mercado. Desde abajo, con la paciencia y la
alegría
de la lucha cotidiana, miles de trabajadores y trabajadoras vamos
construyendo la unidad entre iguales. Jóvenes, adultos, mujeres y
varones, vamos prefigurando en nuestras prácticas la sociedad que
queremos. Junto a estudiantes, campesinos/as, ambientalistas,
desocupados/ as, vamos formando entre todas y todos la
clase-que-vive-
de-su-trabajo, la que con creatividad, unidad y lucha tiene el
desafío de generar una nueva cultura de lucha y encontrarse en las
calles construyendo el cambio social.
*Hoy, frente a los festejos del gobierno por un Bicentenario junto
al capital sojero y minero, junto a Techint y las españolas Repsol y
Telefónica, que como hace 100 años busca ocultar las consecuencias
sociales del modelo primario-exportador , levantamos las históricas
banderas, y desde abajo, con la paciencia y la alegría de la lucha
cotidiana, vamos prefigurando en nuestras prácticas la sociedad que
queremos. Y desde las resistencias de los trabajadores asalariados,
autogestivos y desocupados, junto a los pueblos originarios y las
nuevas organizaciones populares, estudiantiles y medioambientales,
decimos:
*Por trabajo digno y salario igual a la canasta familiar*
*por democracia y libertad sindical*
*por la recuperación de nuestros bienes naturales *
*por un cambio social que oriente la economía hacia el bienestar de
toda la sociedad*
*coordinemos nuestras luchas, avancemos en unidad y organización.***
Coordinadora de Organizaciones
y Movimientos Populares
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