lunes, 31 de mayo de 2010

Un docente denunció perjuicios por agroquímicos en Mojones Sur

Un docente de Mojones Sur, Villaguay, manifestó que debido a las fumigaciones que se realizan en los campos, “los niños de Mojones tienen sus días contados, y un certificado de defunción alojado en sus cuerpos”.

Debido a las fumigaciones que se realizan en los campos, “los niños de Mojones tienen sus días contados, y un certificado de defunción alojado en sus cuerpos”, el docente de la escuela primaria 25 y escuela secundaria 16, de Mojones Sur, departamento Villaguay, Daniel Dellazuana, quien describió: “los alumnos y maestros de campo, lentamente, año tras año vamos recibiendo dosis de veneno, mientras los funcionarios deben controlar y preservar los derechos de este sector”.
Dellazuana relató que “el viernes 12, mientras alumnos y docentes realizábamos educación física en el predio de la escuela, un mosquito nos fumigó pasando a unos 30 metros”.
Asimismo, describió que “la neblina del agroquímico fue arrastrada por una brisa que provenía del sur” y agregó: “todos pudimos sentir que el tóxico ingresaba lentamente por nuestras fosas nasales y por nuestra piel, mientras la impotencia nos paralizaba al saber que podíamos engrosar la lista de los tantos niños que murieron últimamente en la zona de Mojones Sur”.
También, recordó que en aquel momento “la bandera argentina flameaba en el mástil erguido y denotaba la orientación del viento suave”, y señaló: “pero ahora también ella, al igual que nosotros, alojaba en su cuerpo el germen de la destrucción, porque por sus poros había penetrado el letal veneno”.
Miedo e impotencia
Con consternación, el docente remarcó que “curiosamente, en el Bicentenario, la enseña patria nos llevaba a la destrucción y a la división, a la dependencia de los remedios para paliar las patologías y no a la gloria de los hombres libres de las lomadas entrerrianas que respiraban no hace tanto, el aire puro cargado del aroma de espinillos algarrobos y talas”.
“Ahora la intimidación corre por nuestras venas y los niños pueden jugar en los recreos a las adivinanzas, se preguntan por qué patología nos atacará primero y repiten: "el que adivina pierde".
“Los problemas respiratorios, las alergias, leucemias, malformaciones congénitas, intoxicación y cáncer son algunas de las posibles respuestas y por suerte la lista para elegir la forma de morir, o de mal vivir es larga y se puede optar”, afirmó.
“Días contados”
En tanto, el trabajador de la educación analizó: “lentamente, año tras año vamos recibiendo dosis tras dosis de veneno, los alumnos y docentes de campo, mientras los funcionarios que deben controlar y preservar los derechos de los niños entrerrianos no lo hacen y se jactan de acicalar con su lengua de promesas y promesas las hemorroides dolarizadas de un sistema perverso”, denunció.
También indicó que “los insectos que armoniosamente controlaron, conservaron y polinizaron durante miles de años el monte nativo y lo preservaron hoy son considerados plagas y hay que eliminarlos con plaguicidas” e insistió en cuanto a que “los pequeños productores y niños campesinos que durante mucho tiempo vivieron sanamente en el monte, y como parte de él, deben ser expulsados para quitárseles las pocas hectáreas, o si no quieren irse, deben ser fumigados y así envenenarlos para que se vayan muriendo lentamente, uno a uno, o para que ya vengan deformes desde el seno materno”.
Por último, afirmó que debido a las fumigaciones, “los niños argentinos de Mojones tienen sus días contados, y un certificado de defunción alojado en sus cuerpos”. (AP Noticias).

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