jueves, 29 de abril de 2010

Crease o no se invierte más en propaganda que en investigación; el resultado es que terminamos creyendo que todo se soluciona con medicamentos


CÓMO ES EL FABULOSO NEGOCIO DE LAS PUBLICIDADES QUE LE DAN RANGO DE ENFERMEDAD A SENSACIONES COMO LA ANGUSTIA O LA TRISTEZA
¿CUÁL ES EL ROL DE LOS LABORATORIOS, LOS MÉDICOS Y LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN?
Ya no existe la tristeza. Tampoco hay niños inquietos, ni ancianos seniles, ni timidez, ni angustia, ni hombres flexibilizados que se tiran en la cama y dicen “esta noche no, querida”. ¿El mundo se volvió perfecto? Ni siquiera. Es sólo que en los últimos años los estados de ánimo dejaron de ser lo que eran –momentos del alma– para transformarse en enfermedades. La Fobia Social, el Síndrome de Déficit de Atención (Adhd), el Alzheimer, los ataques de pánico y la disfunción eréctil son algunos de los nuevos nombres para los viejos humores. Y no se curan con paciencia, descanso o tratamiento psicológico, sino con pastillas. Una batería de píldoras que transformó a la clásica neurosis en la principal fuente de ingresos de la industria farmacéutica y que puso en alerta a la comunidad médica mundial, a tal punto que el British Medical Journal (BMJ), una de las más prestigiosas publicaciones médicas internacionales, se vio obligada a dar una señal de alerta: en un artículo advirtió que los laboratorios –con la ayuda de los medios, las publicidades y los médicos– tenían y tienen como principal objetivo convencer al máximo de personas posible de que necesita medicarse. La nota –titulada Vender malestar: la industria farmacéutica y el comercio de la enfermedad– comienza con una frase significativa: “Hay mucho dinero por hacer si se dice a la gente que está enferma”.

“Los laboratorios no venden remedios: venden enfermedades o pseudoenfermedades.....Click para ampliar

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